Las Flores de Bach actúan sobre nuestra energía emocional, ayudando a equilibrar estados negativos que pueden afectar el bienestar. A diferencia de otros tratamientos, no trabajan sobre los síntomas físicos de una enfermedad, sino en el origen emocional que puede estar contribuyendo al malestar.

Las Flores de Bach tienen su origen en la década de 1930, cuando el médico británico Edward Bach desarrolló un sistema terapéutico basado en esencias florales. Su creación no fue un proceso repentino, sino el resultado de años de investigación y experimentación con plantas y flores silvestres.

Las Flores de Bach son un conjunto de 38 esencias florales que actúan a nivel energético y ayudan a equilibrar nuestras emociones y pensamientos. Se utilizan para gestionar el estrés, la ansiedad, la tristeza, el miedo y otros estados emocionales que pueden afectar nuestro bienestar.